La vida nunca se vuelve insoportable por las circunstancias, sino sólo por falta de significado y propósito.
Viktor Frankl
¿Qué es una crisis vital?
Una Crisis Vital es un momento particular, intenso, limitado en el tiempo, que puede ser de corta o larga duración, cuya motivación inconsciente, es la necesidad psíquica de transformación, implica cambios y tomas de decisiones que no son fáciles de asumir, pues la persona se encuentra inmersa en un conflicto psicológico donde no identifica la causa y el “para qué” de su malestar y confusión.
Aunque en oportunidades pensamos que este malestar es exclusivo, por la propia naturaleza cíclica de la existencia, es inmanente al desarrollo de la vida, y en mayor o menor grado la mayoría de los seres humanos atravesamos crisis vitales.
¿Cómo podemos identificarla?
Cada persona es diferente, pero dentro de la probable sintomatología que podemos presentar ante una crisis vital están:
Emociones y sentimientos: Ansiedad, incertidumbre, culpa, miedo, tristeza, rabia, frustración, que se viven de forma confusa. Sentirse paralizado, estancado.
A nivel de pensamiento: pensamientos recurrentes de culpa y verguenza, creencias limitantes en cuanto a las posibilidades y capacidades propias, para emprender una nueva etapa vital.
Síntomas corporales: cansancio, trastornos del sueño, trastornos alimentarios, tensiónes y/o dolores entre otros.
¿Por qué surgen?
A lo largo de la vida hay momentos que no siempre estamos en capacidad de afrontar, circunstancias que rompen o desestabilizan la vida que conocíamos hasta ahora, por lo que generan conflictos que nos afectan a nivel físico, psicológico y espiritual.
Cambios evolutivos como la pubertad, adolescencia, mediana edad, tercera edad.
Procesos fisiológicos naturales, que como producto de creencias limitantes, afectan la calidad de vida, como la menopausia, el embarazo, la andropausia.
Eventos inesperados como la pérdida de un ser querido, la salud o el trabajo, la ruptura de un vínculo afectivo, catástrofes.
¿Cómo te ayudaríamos?
Ante todo, explorando contigo la verdadera causa de tu conflicto, separándolo de todos aquellos otros a los que, como elementos defensivos, le podrías estar atribuyendo tu malestar psicológico. Una vez identificado, lo trataríamos en su particularidad y de acuerdo a tus circunstancias, partiendo de que toda crisis vital implica atravesar momentos de transición hacia nuevas formas de vivir, que si bien no es fácil enfrentar lo desconocido, es un camino para descubrir o despertar aspectos de nuestra personalidad, una oportunidad para resignificar nuestras experiencias y redefinir nuestra vida y su sentido, para asumir nuevos retos, así una crisis vital puede representar una oportunidad para transformarnos en seres más íntegros, responsables de los cambios que nos conduzcan primero, al “Bien-Ser” para alcanzar el anhelado “Bien-estar”.