Escrito por: Félix Piñerúa Monasterio
Este es un argumento que podría no dejar de ser cierto, de hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ha aprobado dos medicamentos, dronabinol y nabilona, hechos de formas sintéticas de ingredientes que se encuentran en la marihuana (Cannabis sativa), mismos que pueden ser recetados legalmente para el tratamiento de náuseas y vómitos causados por la quimioterapia, cuando otros tratamientos han fallado. El dronabinol también puede utilizarse para el tratamiento de la disminución del apetito asociada a la pérdida de peso en personas con VIH y SIDA. Adicionalmente la FDA también aprobó un medicamento líquido que contiene una forma purificada de cannabidiol (CBD). Este medicamento se puede usar para el tratamiento de formas poco comunes de epilepsia infantil grave, aunque no está claro si la marihuana trata eficazmente las convulsiones.
La marihuana ha sido usada para reducir la presión en el ojo causada por glaucoma. Sin embargo, parece que el efecto solo dura unas horas y puede disminuir el flujo sanguíneo al nervio óptico, lo que aumenta el riesgo de pérdida de la visión. También podría reducir los espasmos musculares asociados a la esclerosis múltiple y disminuir la intensidad del dolor neuropático.
En estos momentos se está investigando los efectos terapéuticos del cannabis y esto es importante, siempre es bueno tener un recurso terapéutico más.
Ahora bien, si no tienes glaucoma, esclerosis múltiple, dolores neuropáticos, epilepsia y no estas sometido a quimioterapia.
– ¿Como para que necesitas consumir marihuana?
“Bueno, todos mis amigos la consumen y nadie se ha muerto por una sobre dosis de marihuana, así que es segura”.
– Te cuento, el principal principio activo de la marihuana es el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y como todas las sustancias adictivas se cuelan en el cerebro aprovechándose de su semejanza con neurotransmisores creados por el propio cerebro e incidiendo directa o indirectamente en el sistema de recompensa del mismo ligado a la dopamina o a través del sistema opioide, pero no hay receptores para el THC en las áreas del tronco encefálico que regulan la presión sanguínea o la respiración. Eso explica por qué no se puede tomar una sobredosis mortal de cannabis.
-Y sí, lo pasas bien con los amigos cuando consumen juntos, estas feliz, te sientes más sociable y es un subidón, solo que con el tiempo la necesidad de consumo en frecuencia y dosis va aumentando, dejando atrás a los compañeros, ya no son tan necesarios, la necesidad es de la droga per se, es entonces cuando te haces dependiente.
– Una vez que eres dependiente, déjame decirte algo de lo que la ciencia está segura, y es que el consumo afecta la atención, el juicio y la coordinación. Puede empeorar los síntomas maníacos en personas con trastorno bipolar, podría aumentar el riesgo de depresión o empeorar sus síntomas y aumenta el riesgo de psicosis en las personas con esquizofrenia. Afecta la memoria y las funciones cognitivas, causa efectos cardiovasculares perjudiciales, como hipertensión arterial, y el consumo a largo plazo puede empeorar las enfermedades respiratorias.
– Adicionalmente puede causar ciertas molestias como dolores de cabeza, boca seca y ojos secos, desvanecimientos y mareos, somnolencia, fatiga, náuseas y vómitos, desorientación, alucinaciones, aumento de la frecuencia cardíaca, aumento del apetito. Y no debemos olvidar las interacciones que puede tener con el alcohol, anticoagulantes y antiplaquetarios, depresores del sistema nervioso central, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.
Como puedes notar la marihuana no es tan inocua como se tiende a decir, no te digo que le tengas miedo, solo que si la consumes prestes atención a los efectos que notas en ti, y si te das cuenta que te está afectando negativamente, no dejes de buscar ayuda, pues cuando esto sucede es que ya has avanzado en su consumo y sin orientación, puede ser muy difícil distanciarte de ella.
- Los datos clínicos fueron tomados de publicaciones de la Clínica Mayo.