Escrito por: Félix Piñerúa Monasterio

El complejo mágico- religioso del Chamanismo lo podemos rastrear, tal vez, en el Paleolítico superior, entre 40 a 30 mil años antes del presente, donde los cazadores-recolectores ya practicaban el culto al fuego, los ritos de caza o la concepción de la muerte, ritos que pudieron estar relacionados con este complejo mágico-religioso. Así desde el Neolítico es muy probable que parte de las creencias heredadas del paleolítico hayan llegado hasta nuestros días, como demuestra la etnografía.

Para ser chamán debes ser elegido por los dioses y los espíritus habitantes de su cosmología particular, mediante un acto extraordinario, visible y aceptado por la comunidad, o bien por ser elegido por el alma de un antiguo chamán. Para ello debe realizar un proceso de iniciación que le priva de su condición humana para pasar a relacionarse con lo sagrado, así el candidato se convierte en un recipiente perfeccionado por los espíritus, las almas o los espíritus protectores que le que sirvieron a los antiguos chamanes. Estos espíritus pueden adoptar formas de animales, trasformando al chamán en otra identidad, que adopta el lenguaje de estos espíritus auxiliares dándole la potestad de comunicarse con los espíritus de hombres o animales.

La maestría del chamán está en poder autoprovocarse y controlar el trance, a la vez que la música y el baile elevan su alma. A diferencia de curanderos, magos o sacerdotes, el chamán es capaz de conectar con los espíritus de la naturaleza o con las almas de los enfermos o de los difuntos sin que estos le dominen. Pudiendo rescatar el alma de los enfermos del submundo de los espíritus y restaurar la salud del individuo y de la comunidad.

El chamán desempeña un papel espiritual que, a través del éxtasis, le permite pasar de una región cósmica a otra, del cielo a la tierra y al inframundo, unidas entre si por un eje central. Así puede ayudar y defender a la comunidad de aquello que permanece oculto a la vista del profano, exponiendo de forma clara y precisa el mundo de lo no visible con nuestros sentidos, contribuyendo al conocimiento de estas otras regiones cosmogónicas.

El consumo de sustancias psicoactivas favorece el trance del chamán. Entre ellas tenemos los hongos alucinógenos que contienen psilocibina, una sustancia que puede provocar efectos fisiológicos y psicológicos, dentro de los fisiológicos nos podemos encontrar sudoración, temblores, náuseas, taquicardia, palidez, cambios en la presión arterial, aumento de la temperatura y congestión. Mientras en los psicológicos podemos incluir ansiedad, fluctuaciones entre euforia y depresión, alteración de la percepción y pérdida de contacto con la realidad.

Tambien tenemos, la muy de moda ayahuasca, una combinación del extracto de varias plantas, combinación que se hace al ojo por ciento por lo que su farmacodinámica varia en cada toma. Esta bebida contiene alcaloides que inhiben la enzima monoamino oxidasa (MAO), enzimas que participan en la eliminación de los neurotransmisores noradrenalina, serotonina y dopamina del cerebro; y en ocasiones en la recaptación de la serotonina. En este sentido, la ayahuasca puede compararse con drogas como la psilocibina y el LSD.

Los efectos fisiológicos pueden incluir nauseas, diarrea, sudoración, temblores y espasmos.

Muchas personas que han consumido ayahuasca hablan de sensaciones de trascendencia espiritual mantenida tiempo después del consumo, tambien puede ser beneficiosa en la protección de la salud mental, mejora de las funciones neuropsicológicas y de la creatividad.

Sin embargo, el consumo excesivo puede provocar el síndrome serotoninérgico, caracterizado por presentar agitación o inquietud, insomnio, confusión, frecuencia cardíaca y presión arterial altas, pupilas dilatadas, pérdida de la coordinación muscular o espasmos musculares, presión arterial alta, rigidez muscular, sudoración intensa, diarrea, dolor de cabeza, temblores, piel de gallina, signos y síntomas que se pueden solapar con los efectos fisiológicos de la ayahuasca, con el agravante que el síndrome serotoninérgico puede provocar la muerte.

Como podemos notar en el chamanismo lo celeste, lo terrenal y el inframundo forman parte de un mismo sistema al igual que para la psiconeuroinmunología, lo es lo físico, lo neurológico, lo psicológico y lo espiritual, todo ello implica una larga y sostenida preparación por lo que el chamán asume una gran responsabilidad en el mantenimiento del equilibrio y salud de su comunidad, eso hace que no cualquiera pueda ser chamán. De igual forma es importante resaltar que el consumo de toda sustancia psicoactiva debe ser realizado bajo estricta precaución y supervisión médica, pues sus consecuencias pueden ser más que dañinas si no se utilizan de la manera adecuada.