Escrito por: Félix Piñerúa Monasterio

En nuestra vida diaria, experimentamos una amplia gama de emociones que tienen un impacto significativo en nuestra salud física y mental. Dos hormonas claves que desempeñan un papel crucial en nuestras respuestas emocionales son la oxitocina y el cortisol. La oxitocina está asociada con la generación de sentimientos de conexión, confianza y bienestar. Por otro lado, el cortisol es una hormona del estrés que se libera en situaciones desafiantes y puede tener efectos perjudiciales si se encuentra en niveles elevados de forma crónica. En este artículo, exploraremos cómo generar más oxitocina y reducir el cortisol puede tener beneficios significativos para nuestra salud y bienestar.

La oxitocina es una hormona que se libera en situaciones sociales placenteras, como cuando estamos cerca de personas que amamos, abrazamos o nos conectamos emocionalmente. Esta hormona puede generar sentimientos de felicidad, calma y satisfacción, fortaleciendo los lazos emocionales y fomentando la empatía. Estudios científicos han demostrado que la oxitocina puede reducir la ansiedad, mejorar el estado de ánimo y promover la sensación de bienestar general. Además de su impacto en las emociones, la oxitocina también puede tener efectos positivos en la salud física. Se ha demostrado que ayuda a reducir la presión arterial, disminuir la inflamación y fortalecer el sistema inmunológico. Además, se ha asociado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y una mejor capacidad de recuperación frente al estrés.

El cortisol, por su parte, es una hormona esencial en situaciones de estrés, pero cuando se encuentra en niveles elevados de manera crónica, puede tener consecuencias negativas para nuestra salud. El estrés crónico puede afectar el sistema inmunológico, aumentar el riesgo de enfermedades crónicas, dificultar el sueño y afectar el estado de ánimo. Es importante encontrar formas de reducir los niveles de cortisol para mantener un equilibrio hormonal saludable.

¿Y qué podemos hacer?

Existen diversas estrategias que pueden ayudarnos a aumentar la oxitocina y reducir el cortisol. Algunas de ellas incluyen:

Mantener relaciones sociales saludables: Pasar tiempo con personas que nos brindan apoyo emocional y afecto puede aumentar la liberación de oxitocina.

El contacto físico, como los abrazos, los besos y las caricias, promueve la liberación de oxitocina y genera sentimientos de conexión.

También es importante cultivar la gratitud: Así a través de la reflexión, la expresión  o la escritura del reconocimiento y agradecimiento se puede ayudar a generar emociones positivas y reducir los niveles de estrés.

Y siempre realizar actividades placenteras: Participar en actividades que nos brinden alegría y satisfacción, como practicar hobbies, por cierto, un hobbies no es un enano de la tierras medias de Tolkien, escuchar música, hacer ejercicio o pasar tiempo al aire libre.

 

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