Escrito por: Eraso J. Lozada, B.

La Demencia o Deterioro Cognitivo, es una de las principales causas de Discapacidad y Dependencia de las personas mayores en el mundo.

En un síndrome que implica un deterioro cognitivo progresivo con pérdida de la memoria, intelecto, comportamiento e incapacidad de realizar las actividades de la vida diaria como preparar alimentos, el aseo diario, vestirse, labores habituales de su oficio.

La Enfermedad de Alzheimer representa el 60-70% de las causas de Demencia, le siguen la Demencia de origen vascular– por accidentes cerebros vasculares- Demencia de Cuerpos de Lewy, algunos tipos de Demencia Frontotemporal. En la mayoría de los casos pueden ser de origen mixto.

No es una causa inevitable del envejecimiento, pero ha aumentado el número de personas con demencia en las últimas décadas.

En estados iniciales no hay deterioro de la conciencia, pero sí puede ser afectada en los estados severos y terminales.  Los síntomas iniciales pueden  pasar desapercibidos por muchos años.

Es una condición que progresa lentamente, pero irreversible, y aunque es más frecuente en personas mayores de 65 años, en algunos casos puede empezar antes de los 60 años.

Algunas causas de demencia o deterioro cognitivo reversibles son el Hipotiroidismo, Hematomas subdurales,  deficiencia de vitamina B12, enfermedades infecciosas del SNC, trastornos metabólicos, encefalopatía hepática entre otras. El tratamiento de esas enfermedades debería producir una mejoría del deterioro cognitivo.

La mayoría de los cuidadores de personas con demencias son sus familiares, produciendo una carga excesiva emocional, física y económica. Los servicios sanitarios y la sociedad global carecen de adecuada ayuda y asistencia a las personas con Demencia. Se estima que a nivel mundial existen 50 millones de casos, con un aumento de 10 millones  nuevos casos por año y el 60% viven en países de situación social y económica bajas o medias.

SINTOMAS

Etapa Temprana:

Puede comenzar muchos años antes y generalmente puede pasar desapercibida, entre los síntomas más comunes están: tendencia al olvido de cosas y situaciones comunes o rutinarias,  desorientación en el tiempo, y desubicación en espacios físicos conocidos por la persona. Dificultad en llevar la contabilidad doméstica y olvido en hacer pagos o cumplir compromisos habituales.

Etapa Intermedia:

Los síntomas se hacen más frecuentes y evidentes para los familiares, amigos o compañeros de trabajo. Pérdida de la noción del tiempo o desorientación en las fechas, trastorno de la memoria reciente no recordando hechos o sucesos recientes, pérdida de objetos, problemas de lenguaje, olvido de nombre de personas cercanas – familiares o amigos. Se desubican en su propio hogar o lugares de trabajo, descuido en el aseo personal o necesitan ayuda para hacerlo, dificultad para hacer tareas sencillas, pérdida de capacidad de juzgar, de elaborar pensamientos complejos, trastornos de comportamiento como dar vueltas en la casa o preguntar lo mismo varias veces. A veces puede haber desinhibición al vestir y al uso apropiado de la ropa, tanto en casa como para salir a la calle, también pueden tener conductas inapropiadas como lenguaje incoherente o no adecuado al tipo de preguntas o conversaciones en el ambiente familiar o laboral. Pueden perder la capacidad de ejecutar labores que antes hacían con gran facilidad y destrezas. No pueden ni deben conducir vehículos.

Etapa Tardía:

La incapacidad y dependencia es casi total. No pueden realizar Actividades básicas de la vida diaria- ABVD- como aseo personal, alimentación, vestirse, ir al baño. La pérdida de memoria es severa, pueden no reconocer a los familiares cercanos e incluso no reconocerse a sí mismo en un espejo.

Pueden tener incontinencia urinaria y/o fecal.  Trastornos de la marcha, a veces necesitan ayuda para caminar y para ingerir alimentos.

Pueden tener disfagia, que es la dificultad para deglutir los alimentos y líquidos, con alto riesgo de broncoaspiración.

En etapas avanzadas de la enfermedad pueden perder el habla y permanecer sentados o acostados en cama porque no pueden trasladar se por sí mismo de un sitio a otro dentro de su propia casa.

Pueden tener alteraciones de la conducta con agresividad, irritabilidad, crisis de agitación y/o tendencias a salir de la casa y andar por las calles porque no recuerdan cómo regresar a sus casas.

Factores de riesgo y prevención:

Existen diferentes tipos de demencia, pero la mayoría están relacionadas a la edad, con predominio a manifestarse después de los 65 años. A veces se presentan desde edades más temprana como la década de los 50 años. Pero la edad no es un factor exclusivo y no toda persona mayor padecerá de demencia.

Se sabe poco de las causas determinantes de las demencias , pero se ha relacionado a factores de riesgos como HTA, Diabetes, alcoholismo, uso de drogas psicotrópicas, hipercolesterolemia, la falta de ejercicio físico, haber sufrido infartos cerebrales o cardiopatías con arritmias como la Fibrilación auricular. La alimentación con exceso de grasas, productos ultraprocesados y con azucares refinados también son factores de riesgos. La alimentación basada en plantas, con bajo contenido de grasas saturadas y ricas en ácido omega 3, parecen proteger contra la demencia.

Los factores sociales y económicos también tienen influencia importantes: La pobreza, aislamiento social, falta de apoyo social y cultural, tiene repercusiones en la aparición de demencia en los ancianos.

Una baja situación socio-económica  y cultural, depresión crónica,  así como inactividad cognitiva pueden predisponer a la Demencia.

Tratamiento:

Tratamiento y Atención:

No existen tratamientos curativos o que detengan el avance progresivo de la demencia. Hay mucha investigación y ensayos clínicos en desarrollo para comprender mejor la enfermedad y atenuar su progreso o conseguir la curación.

También existen muchos métodos diagnósticos como test cognitivos, así como métodos sofisticados de neuroimágenes para la detección temprana de las demencias.

El diagnóstico temprano es muy útil para el paciente y su familia, porque puede decidir sobre su tratamiento, terapias cognitivas, decisiones sobre su futuro, sus bienes o decisiones personales o familiares que más adelante al avanzar la enfermedad no podrá tomar por la perdida de la capacidad de juicio y decisión.

Existen fármacos que pueden ayudar, en etapas precoces, a una mejor conexión entre el paciente y su entorno, pero no tiene utilidad en etapas avanzadas de la enfermedad.

Pero existen muchos programas y protocolos de atención que pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes y ayudar a los cuidadores.

Programas de terapia ocupacional, estimulación cognitiva, fisioterapia para mejorar la marcha, alimentación adecuada para evitar la pérdida de la masa muscular y conservar la movilidad, son esenciales.

Optimizar la salud física y el tratamiento adecuado de enfermedades concomitantes.

Acondicionamiento de los espacios físicos donde vive el paciente con demencia es importante para evitar caídas y traumatismos que producen fracturas o dolor musculoesquelético.

Tratamiento adecuado de los trastornos de conducta como agitación, agresividad, insomnio mejoran las condiciones de vida de los pacientes y sus cuidadores.

Existen muchas organizaciones – ONG- dedicadas a la información  y ayuda al paciente con Demencia y sus cuidadores.