Escrito por: Félix Piñerúa Monasterio

En algún momento fue considerado un trastorno límite entre la neurosis y la psicosis, por esto el nombre de borderline, este trastorno se presenta en personas con una sintomatología esquizofrénica, sin ser suficientemente invalidante y/o perdurable. Actualmente en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) está registrado bajo el nombre de Trastorno Limite de la Personalidad (TLP) y se les atribuye a aquellas personas que ejecutan acciones impulsivas con un estado de ánimo inestable, mínima capacidad de planificación y arrebatos de ira con un control mínimo de sí mismos.

Para ser diagnosticado con TLP se deben tener al menos cinco de los siguientes síntomas:

  • Problemas de ira, que incluyen dificultad para controlar la ira, ira intensa que puede no ajustarse a la situación y / o arrebatos de ira.
  • Un concepto distorsionado e inseguro de sí mismo que afecta diversos aspectos de la vida, desde las relaciones hasta las metas, los estados de ánimo y las opiniones.
  • Un miedo irracional a ser abandonado que provoca emociones poderosas y llegar a los extremos para asegurarse de que no está abandonado.
  • Un patrón de relaciones turbulentas e inestables con amigos y familiares.
  • Sentirse constantemente aburrido y / o vacío.
  • Decisiones y conductas impulsivas que pueden resultar en conductas de riesgo, como apostar, ir de compras o tener relaciones sexuales sin protección con múltiples parejas.
  • Pensamientos paranoicos o sentimientos disociativos, como si no fuera parte de su propia vida o fuera de su cuerpo, que pueden surgir bajo estrés.
  • Emociones y estados de ánimo poderosos y cambiantes que pueden durar desde unas horas hasta unos días.
  • Comportamiento suicida y / o autolesivo, como cortarse.

De acuerdo a los investigadores de la Clínica Mayo, el TLP incluye problemas de autoimagen, dificultad para manejar las emociones y el comportamiento, y un patrón de relaciones inestables. El que sufre de TLP tiene un temor profundo al abandono o a la inestabilidad, y puede tener dificultad para tolerar estar solo. Sin embargo, la ira desmesurada, la impulsividad y los frecuentes cambios de ánimo pueden alejar a los demás, pese a que quieren tener relaciones afectuosas y duraderas.

El TLP por lo general comienza en la edad adulta temprana. La afección parece ser peor en la adultez temprana y puede ir mejorando con la edad.

Las causas del trastorno límite de la personalidad no son conocidas del todo. Además de los factores ambientales (como los antecedentes de abuso o negligencia durante la infancia), el TLP se puede asociar con factores genéticos, pues pueden ser hereditarios o se pueden asociar estrechamente con otros trastornos de la salud mental que ocurren entre los miembros de la familia, con anomalías cerebrales, ya que la presencia de cambios en ciertas áreas del cerebro relacionadas con la regulación de las emociones, la impulsividad y la agresión. Así como, algunos químicos cerebrales que ayudan a regular el humor (como la serotonina) quizás no funcionen de manera adecuada.

El cuadro de las personas con TLP puede agravarse cuando se dan situaciones de:

  • Cambios o pérdidas del puesto de trabajo.
  • No finalizar la formación educativa.
  • Problemas legales.
  • Relaciones conflictivas.
  • Daño a sí mismo.
  • Relaciones abusivas.
  • Embarazos no planificados, infecciones de transmisión sexual, accidentes automovilísticos y peleas debido a una conducta impulsiva y riesgosa.
  • Intento de suicidio.

Además, podrías sufrir otros trastornos mentales, como:

  • Depresión.
  • Consumo inadecuado de alcohol u otras sustancias.
  • Trastornos de ansiedad.
  • Trastornos de la alimentación.
  • Trastorno bipolar.
  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT).
  • Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).

Como podemos notar en el Trastorno Limite de la Personalidad surgen una serie de emociones, como la inseguridad, el miedo al abandono, la paranoia, la labilidad emocional, la impulsividad y la ira; todo esto genera que  las personas que sufren este trastorno estén a la defensiva y en búsqueda de manipular su medio para ser aceptados, lo que podría traer como consecuencia que aumenten estos sentimientos y se sientan más rechazados por no saber realmente la situación por la que están pasando, por lo que es fundamental que estas personas busquen ayuda profesional para beneficio propio y de quienes les rodean.