Escrito por: Félix Piñerúa Monasterio

El sistema inmunitario (SI) es el encargado de defender nuestro organismo de invasores que considera dañinos como podría ser el caso de bacterias. virus, hongos y toxinas, también pueden ser células propias dañadas como en el caso del cáncer o quemaduras. Estos potenciales enemigos de nuestro cuerpo son conocidos como antígenos.

El SI diferencia estos antígenos, de nuestras células propias, y ataca a estos antígenos, a esto se le llama respuesta inmune. Parte de esta respuesta es producir anticuerpos. Los anticuerpos son proteínas que actúan para atacar, debilitar y destruir antígenos. Una vez destruido el antígeno el SI lo recuerda y puede identificarlo en otra oportunidad reaccionando rápidamente atacando con los anticuerpos específicos, esta protección contra una determinada enfermedad se conoce como inmunidad.

Ahora bien, en oportunidades esta respuesta va en contra de antígenos propios y es lo que conocemos como autoinmunidad. Así tenemos que las enfermedades autoinmunes son el resultado del daño o la pérdida de la función fisiológica en órganos y tejidos debido a una respuesta autoinmune.

En el caso de la psoriasis, una enfermedad crónica de la piel que causa un sarpullido con manchas rojas y escamosas que pican, sobre todo en las rodillas, los codos, el tronco y el cuero cabelludo. Estas afecciones pueden ser dolorosas, interferir en el sueño y dificultar la concentración, y aunque no se conoce por completo la causa de la psoriasis, se cree que es un problema del sistema inmunitario en el que las células que combaten infecciones atacan por error las células sanas de la piel.

Existen varios tipos de psoriasis, y cada uno tiene distintos signos y síntomas:

Psoriasis en placas, es la más común, produce manchas secas y elevadas en la piel (placas) que provocan picazón y están cubiertas de escamas. Suelen aparecer en los codos, las rodillas, la región lumbar y el cuero cabelludo.

Psoriasis en las uñas, puede afectar las uñas de las manos y de los pies y provocar hendiduras, crecimiento anormal y cambios de color. Las uñas psoriásicas pueden aflojarse y separarse del lecho ungueal (onicólisis). Psoriasis en gotas, afecta principalmente a niños y adultos jóvenes, se desencadena por una infección bacteriana, como la amigdalitis estreptocócica. Se presenta como pequeñas áreas escamosas en forma de gota en el tronco, los brazos o las piernas.

Psoriasis inversa, afecta principalmente los pliegues de la piel en la ingle, los glúteos y las mamas. Provoca manchas lisas de piel inflamada que empeoran con la fricción y la sudoración. Las infecciones micóticas pueden desencadenar este tipo de psoriasis.

Psoriasis pustulosa, provoca ampollas claramente definidas y llenas de pus. Puede presentarse en forma de manchas extendidas o en áreas pequeñas de la palma de las manos o la planta de los pies.

Psoriasis eritrodérmica, es el tipo menos común de psoriasis, puede abarcar todo el cuerpo con una erupción con descamación, que puede provocar picazón o ardor intensos. Puede ser pasajera (aguda) o prolongada (crónica).

Ante cualquier afección de piel o uñas lo más recomendable es visitar a su médico de confianza y evitar la automedicación, deja que un profesional debidamente capacitado te acompañe en el proceso de recuperar tu salud, pues existen tratamientos para ayudarte a controlar estos síntomas.

Adicional a los tratamientos médicos de la psoriasis es importante corregir estilos de vida poco sanos como el consumo de alcohol, tabaco, otras sustancias tóxicas e irritantes y ante todo controlar las fuentes de estrés.

Esta enfermedad por su impacto en nuestro órgano más visible de cara al otro como es la piel causa alteración de la autoimagen con su concerniente afectación en la autoestima. Por su cronicidad influye en el estado de ánimo produciendo ansiedad y dificultades en las relaciones íntimas.

De igual forma como se dijo anteriormente la psoriasis puede ocasionar alteraciones en el sueño, problemas de concentración y cansancio, adicionalmente es un factor de riesgo para la depresión, que, a su vez, también puede provocar o exacerbar la psoriasis.

Como podemos notar por lo mencionado anteriormente nuestra psique y nuestro sistema nervioso (SN) al igual que nuestro sistema inmunitario (SI) se ven afectados, lo que ubica esta enfermedad inmediatamente dentro del área de la psiconeuroinmunología (PNI), donde el SI, el SN y el sistema endocrino (SE) actúan como un sistema integrado de defensa, motivo por el cual es importante la participación del psiconeuroinmunólogo, quien con diversas técnicas de intervención desde la Psicoterapia,  vendría a reforzar la acción médica en busca de la salud del consultante.