Escrito por: Mapi Gil

“El sueño es un mensajero existencial: Le dice al paciente que situación vive y como cambiarla”

Fritz Perls

 

Mientras las agujas giran en sentido contrario sobre la superficie de la luna…

Ellas, apenas emergen …no logran respirar, algo que viene de afuera, las empuja de nuevo al fondo.

El cielo se bebió el mar, y lo devuelve a raudales, el pozo continúa llenándose…!

Llueve y giran más rápido, las agujas …

Intento moverme y no puedo, literalmente soy una estatua contemplando la escena, puede que el pozo se desborde, y la creatividad se ahogue…

y si los invisibles embriones se van torrente abajo. – ¿nacerán?

-¿Donde?

-¿Cuándo?

Se escapan, mientras unas húmedas cortinas de musgo empañan mi visión…

Se suman días y se resta tiempo…

Las nubes lloronas continuaron su viaje y del borroso bosque, comenzaron a emerger unas criaturas.

Lucen multicolores túnicas, sonata de velos atravesados por rayos de luna, que cubren siluetas de mujeres, todas diferentes, una, dos, tres… trece.

Caminan sin pisar la tierra, cantando, acompañadas por música celta, arpa, violín y flauta mezclaban sus conjuros…

Una siguiendo a la otra, van colocándose en círculo, girando alrededor del pozo, como hojas en las manos del viento, también giran sobre sí mismas, en un sentido y en el otro.

El musgo en mis ojos no me permite detallarlas… Brujas? Hadas? Entre ellas una pequeñita…

De una en una se elevan en el centro, mientras las otras corean melodiosamente, frases que no entiendo, imágenes individuales que se amplían como un holograma sobre el pozo, me hablan:

– Estas perdiendo el tiempo, apuntándome con su uña encorvada…   la malévola!!!

– Me abandonaron… solloza la niña.

– Respira… me dice, la de la túnica bordada.

– Correeee! Abrázala! ¡Ve a su encuentro!… me señala la de las trenzas.

– Sileeeeeeencioooooo!!! Te invoco!, detenida y con los brazos abiertos, en tono casi imperceptible, la de blancos cabellos.

Así, relatando en presente su sueño de la noche anterior, comienza Victoria su sesión de Psicoterapia.

Angustiada, pues la semana había sido muy demandante y debía entregar un relato, que no lograba concretar.

En terapia también jugamos con las palabras, las transformamos, mientras más capas les quitamos, más significados encontramos, construimos imágenes a partir de ellas, podemos “girarlas”, convertirlas en su polaridad, así como una palabra en su antónimo.

En 600 palabras  es imposible contar todo el proceso, pero es importante destacar que los sueños son mensajes del inconsciente y que desde la terapia Gestalt   cada elemento, humanos, animales, naturaleza, seres animados o no, son aspectos de la psique de la persona soñante y es ella, quien puede adjudicarle significados a nivel consciente.

Como resultado del trabajo con los elementos del sueño, una «petrificada» Victoria:

Identificó que ahogaba su creatividad con angustia.

La soñante se dio cuenta que la imagen de los “giros” era recurrente en su sueño y propuse el experimento de “girar en sentido contrario”, darles la vuelta a los personajes para conocer la polaridad, su opuesto.

Así, la crítica negativa de la «malévola» que V. identifico como su  juez interna, se transformó en la necesidad de establecer prioridades, la «niña interior» asustada ante la dificultad para cumplir su tarea,  necesita la comprensión  y contención de la adulta, personificada en «la de las trenzas», la imperceptible voz de “la sabia”, que  es la que más le cuesta escuchar, representa su necesidad de detenerse en silencio,  para escuchar sus voces internas, pues asimilar su mensaje es la forma de acallarlas y encontrar la serenidad para romper la parálisis.

Así mismo, identificó que el pozo simboliza su universo creativo, fuente de ideas, “invisibles embriones”, que en la medida que no son materializadas, desbordan el pozo, se ahoga la creatividad y se pierden las ideas.

“Girando”, haciendo el ejercicio de ser una idea dentro del pozo, le pregunté:

– Para no quedarte paralizada dentro, ¿Qué harías?

Miraría  hacia arriba, buscando el círculo que enmarca el cielo, la salida.

Y de pronto emergieron las palabras…